A la hora de planificar la seguridad del hogar es común olvidarse de la seguridad online. En la actualidad, todos los usuarios pasamos la mayor parte del tiempo conectados a Internet, y son cada vez más las transacciones que realizamos a través de este medio. Desafortunadamente, también vemos como aumentan los casos de fraudes a través de Internet y otros delitos tecnológicos. Entre ellos, destaca la suplantación de identidad, también conocida como phishing. Pero ¿en qué consiste la suplantación de identidad online? ¿Cómo evitarla? ¿Qué hacer si somos víctimas de phishing?
En qué consiste la suplantación de identidad
La suplantación de identidad en la Red puede darse de diversas formas, desde registrar un perfil falso en redes sociales con el nombre de otra persona, hasta robar sus datos personales y utilizarlos para acceder a otros servicios. En cualquier caso, se trata de una vulneración de la intimidad y la imagen de la persona, que en el caso de utilizar datos personales como dirección, número de teléfono, o información bancaria, constituyen un delito.
El caso de suplantación de identidad más común se produce mediante el envío de correos electrónicos u otro tipo de mensajes, que simulan provenir de una entidad fiable, en el que se le solicitan datos personales e información financiera a la víctima con alguna excusa. Los estafadores posteriormente utilizarán esa información a su antojo.
Servicios más utilizados por los ciberdelincuentes para suplantar la identidad
Por lo general, los servicios que este tipo de delincuentes utilizan a modo de excusa para obtener nuestros datos son:
– Bancos y Cajas.
– Redes Sociales como Facebook, Twitter, etc.
– Páginas de compra/venta por Internet.
– Juegos online.
– Soporte técnico de proveedores de servicios de correo electrónico, telecomunicaciones, etc.
– Servicios de almacenamiento de archivos en la nube.
– Empresas públicas como la Agencia Tributaria.
– Empresas de mensajería.
– Ofertas de empleo.
Cualquier excusa puede resultar efectiva para solicitar nuestros datos, desde un cambio en la normativa del banco, la confirmación de los datos de envío de un paquete, problemas en la cuenta de usuario o fallos en el servicio de correo electrónico. Sin embargo, no estamos indefensos y evitar la suplantación de identidad es posible.
Cómo evitar la suplantación de identidad
La mejor forma de evitar la suplantación de identidad se basa en la prevención. Por ello, a la hora de utilizar Internet de forma segura es necesario tener en cuenta:
– Tipo de conexión. Es importante que el tipo de conexión que se utilice sea seguro. Si por ejemplo, es indispensable utilizar una red Wifi pública, como la existente en hoteles, restaurantes, etc. es recomendable no hacer transacciones en las que sea necesario facilitar datos relevantes.
– Uso de las contraseñas. A la hora de elegir una contraseña para iniciar sesión en las redes sociales, correo electrónico, etc. es importante que esta incluya números, símbolos, letras en mayúsculas y minúsculas, etc. Cuanto más complicada sea la contraseña, mejor. Es importante evitar el uso de contraseñas que hagan referencia a fechas de cumpleaños, números de teléfono, etc.
– Precauciones al usar el correo electrónico. El correo electrónico es una de las principales vías a través de las que se inicia la suplantación de identidad. Por ello, es conveniente no abrir mensajes de correo electrónico sin conocer su origen, tener conectado un antivirus, no ejecutar ningún archivo adjunto del que no estemos seguro de su procedencia y no facilitar datos personales contestando a correos electrónicos no solicitados.
– Cuidado con las direcciones web y los enlaces. Es muy común entre los hackers modificar los vínculos y las direcciones web de forma que, la víctima piense que se encuentra en una página web segura, por ejemplo la de su banco, y se trate sin embargo de una réplica creada para obtener sus datos personales. Para evitar el engaño es conveniente escribir la dirección directamente en la barra de navegación.
Qué hacer en caso de suplantación de identidad
Si a pesar de tener en cuenta estas recomendaciones, se produce el fraude es importante actuar rápidamente para intentar que el daño sea el menor posible.
– Si el fraude se ha producido por suplantación de identidad en las redes sociales, el primer paso es denunciarlo ante la propia plataforma. La mayoría de servicios como Facebook, Twitter o Instagram, ya cuentan con un protocolo para su denuncia.
– Si el problema no se soluciona, es posible recurrir a la Agencia Española de Protección de Datos y presentar una denuncia en su sede electrónica.
– En el caso de que la suplantación suponga un delito, entonces es necesario ponerse en contacto con la policía. Tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional tienen disponibles, unidades especializadas en delitos tecnológicos.
Hoy más que nunca, resulta imprescindible prestar atención a nuestra seguridad online e incluirla junto a los sistemas de seguridad de nuestro hogar como uno de los pilares que garanticen nuestra tranquilidad y la de los nuestros.