Todos hemos oído hablar de un sensor de movimiento, que no siendo de los sistemas de seguridad más habituales, sí que se puede encontrar en numerosas Administraciones públicas y empresas privadas en el que su uso común es detectar la presencia humana para abrir y cerrar puertas.
Como sistema de seguridad, su aplicación más conocida es como protección para obras de arte o joyas que están en vitrinas expuestas al público, de manera que el sensor de movimiento está conectado a una alarma que advierte de la presencia humana en el radio de acción que se haya establecido.
Sin embargo, es posible que cuando hablamos de este sistema no se nos ocurra una relación directa con la seguridad del hogar, algo que, en cambio, sí que deberíamos tener en cuenta.
Lo primero que debemos saber es que la base de este sistema de seguridad del hogar son sus sensores de infrarrojos, que lo que posibilitan es detectar diferencias de calor o temperatura en una estancia, de modo que si una persona entra en la misma, se advierte al momento.
Una vez que este sistema se pone en marcha al haber movimiento, la cámara con la que está conectado registra al posible intruso y lanza un flash que, al tiempo que permite visualizar lo que ocurre en la habitación, asusta al posible ladrón.
El ángulo de visión y el alcance de la cámara son dos elementos clave para que este sistema de seguridad funcione de manera óptima. Así, cuanto mayores sean ambos, hay más posibilidades de registrar a las personas ajenas al hogar que se hayan introducido en el mismo.
La tercera pieza del juego es la alarma que debe saltar una vez que se ha detectado el movimiento del intruso en la casa. En función de nuestras necesidades, la alarma saltará en el interior de la estancia o bien alertará al vigilante que está en otro lugar, pero encargado de la seguridad del hogar que cuenta con el sensor de movimiento.
Seguridad del hogar
Como vemos por sus características técnicas, los sensores de movimiento son ideales para garantizar la seguridad en el hogar. Por una parte, colocados en lugares clave en el exterior de la vivienda, en la puerta de entrada o en las ventanas y terrazas, garantizan que nadie ajeno a la familia vaya a entrar sin que nos percatemos de ello.
Ya dentro de la casa, estos sistemas de detección pueden ser muy útiles para vigilar a los miembros más vulnerables de la familia, como son los bebés y los ancianos. En el interior de la habitación de los pequeños o mayores, nos dan la tranquilidad de saber que todo está en orden y el bebé está en su estancia, así como que los más ancianos no van, por ejemplo, a levantarse para ir al baño sin pedir ayuda.
Sistemas de seguridad hogar
Por otra parte, como complemento a otro sistema de seguridad, el sensor de movimiento se puede colocar en lugares sensibles de la casa, como puede ser alrededor de una caja fuerte en la que guardemos joyas, dinero o documentos importantes.
Son varios los sistemas de seguridad del hogar a los que podemos recurrir, pero un sensor de movimiento es especialmente útil para detectar de forma inmediata a personas ajenas a la familia que se introduzcan en la vivienda, así como para cuidar a bebés y ancianos que sean vulnerables.
Nuestro hogar nos debe ofrecer tranquilidad y seguridad, por eso en Point Fort Fichet desarrollamos, desde hace más de 100 años, las Cerraduras y Puertas Acorazadas más seguras del mercado con los sistemas más avanzados de seguridad activa para prevención y cilindro con llave F3D incopiable. Solicita información sin compromiso sobre más información acerca de cómo mejorar la seguridad de tu casa y protegerte contra el robo. ¡Más de 320 especialistas a su servicio 24 horas!