Los pequeños hurtos y los robos pueden ser la pesadilla de cualquier negocio y pueden afectar tanto a las grandes superficies como a las pequeñas tiendas de barrio.
Cada modelo de negocio va a atraer a un tipo diferente de ladrón y la forma de reducir el número de hurtos va, por tanto, a necesitar variarse.
También tenemos que distinguir los hurtos y robos que se producen con el negocio abierto y los que se llevan a cabo cuando el negocio está cerrado. Estos últimos suelen ser de mayor gravedad y en la mayor parte de las ocasiones acarrean un daño estructural en algún elemento, que los ladrones producen para el acceso al negocio (cerraduras o puertas reventadas, lunas de escaparate rotos o incluso butrones).
Es necesario tener en cuenta estos elementos a la hora de diseñar y escoger las medidas de seguridad que mejor se adapten al negocio.
Sistemas de seguridad con el negocio abierto:
Espejos
Los espejos curvos que sirven para tener una visual de los posibles pasillos del negocio. Es una medida más disuasoria que efectiva per se, ya que requiere que haya alguien mirando al espejo justo en el momento en el que se va a producir el hurto. No obstante, es barata y eficaz en negocios muy pequeños.
Cámaras de seguridad
Son otro elemento con gran poder disuasorio y, para evitar los hurtos, deben ser colocadas en los puntos ciegos y con peor acceso visual. Permiten acceder a las grabaciones y son eficaces para evitar reincidencias.
Etiquetas y pegatinas con sistema antirrobo
Poseen una banda magnética o un chip RFID y se combinan con unas antenas que hacen sonar una alarma si se acercan sin ser desactivadas. Las antenas deben estar colocadas en el lugar adecuado para evitar falsas alarmas y lo normal es colocar el sistema antirrobo en los productos con más valor y los que son más susceptibles de ser robados (es necesario aplicar ambos criterios, puesto que, en realidad, todos los objetos de un negocio son susceptibles de ser robados).
Sistemas de seguridad con el negocio cerrado:
Medios estructurales:
En esta categoría están englobadas las puertas de seguridad, las verjas y cualquier elemento que impide el acceso físico a los bienes protegidos.
Cámaras de seguridad:
En este caso, las enfocadas a las posibles entradas y a los objetos a proteger.
Puertas Acorazadas de seguridad:
Es importante poder analizar los puntos de acceso naturales a nuestra empresa o negocio a través de los cuales los ladrones puedan entrar sin levantar excesivas sospechas tales como puertas principales o secundarias. Este es el punto preferido de entrada de los amigos de loa ajeno ya que es la vía más fácil y por tanto rápida.
Para proteger dichas puertas a mejor opción en caso de poderse es la instalación de una puerta acorazada ya que son estas las que ofrecen el mayor nivel de seguridad con estructura de hoja y marco de acero llegando a ofrecer protección antibalas. Inclusive a su principal función de protección hay que añadir funciones de aislamiento de ruido, agua y fuego protegiendo el interior.
Este sistema es el principal ya que evita que el intruso acceda por lo que lo convierte en un sistema de seguridad activa preventiva… además de disuasorio ya que el ladrón se lo pensará dos veces.
Alarmas:
Hay alarmas de todo tipo, algunas tienen una función disuasoria y otras están más enfocadas a aumentar las probabilidades de que el ladrón sea capturado. La mayor parte de las alarmas cumplen ambas funciones.
Para que cumplan una función disuasoria es necesario que los ladrones sepan a ciencia cierta que la alarma está instalada, que es un sistema eficaz que no puede ser desconectado antes de que cumpla su función, y a ser posible, que no les dé tiempo a atravesar los elementos estructurales del negocio hasta que la policía pueda presentarse en el lugar.
Hay alarmas conectadas a los elementos estructurales (lunas y puertas) y otras con detectores de presencia, de ruidos, etc. La elección de unas u otras dependerá de cuál es el punto de acceso más fácil al interior. También se pueden combinar.
Maximizar la seguridad:
Es imprescindible ponerse en el lugar de los posibles ladrones para minimizar los daños que estos puedan producir en el negocio, haciendo que ellos mismos asuman que los beneficios que van a obtener del robo no van a compensar los riesgos que van a correr a la hora de efectuarlo.
Para mantener la seguridad del negocio cuando está cerrado, es conveniente, si es posible, que no haya objetos de valor accesibles y localizables. Lo más eficaz, además, es combinar diferentes elementos de seguridad.
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