Cada vez son más las personas a las que les gusta mimar el lugar donde viven y lo cuidan al máximo. Por ello, no escatiman en seguridad del hogar, pero más allá de los posibles sistemas de seguridad que, hoy por hoy, existen en el mercado, también le ponen mucho empeño a la decoración de casa.
En este sentido, vamos a hablar de uno de los estilos más en boga en los últimos años: el estilo vintage. Todo vuelve y las últimas tendencias de decoración, son conscientes de ello. Por ello, en la actualidad, priman en muchos hogares los colores sin mucha intensidad, los sillones tapizados en piel, las lámparas de araña y los muebles realizados en madera, que sean antiguos o que busquen recordar a los muebles antiguos. De hecho, son muchos los que se decantan por adquirir un determinado tipo de mueble, para propiciar una auténtica transformación al estilo vintage de sus viviendas.
El salón: el epicentro de nuestro hogar
Nos centraremos para ilustrar el estilo vintage en el salón, más que en otro sitio de nuestra residencia, puesto que es el espacio de nuestro hogar en que se suele hacer más vida, y que tiende a ser el más utilizado cuando recibimos la visita de familiares o amigos.
En primer lugar, optaremos por hacer una selección de los adornos que más nos gustan, en consonancia con este estilo y que podrían ser, por ejemplo, aparatos de la década de los cincuenta como radios o televisiones, los cuales podemos encontrar tras recorrernos varios anticuarios o tiendas de segunda mano, donde también podremos toparnos con maletas que nos recuerden a otras épocas, floreros u otros elementos. Lo mejor es ir a las tiendas con los ojos bien abiertos, porque donde menos lo esperemos, podemos encontrar auténticas maravillas, con las que les daremos forma a nuestros deseos.
En relación a los anticuarios, cabe decir que no debemos descartar esta opción de buscar en este tipo de tiendas, pero que los muebles de estilo vintage, pese a que no son nuevos, no pueden considerarse como antigüedades en sí, mientras que un espejo del siglo XVI sí.
Por ello, hemos de tener sumo cuidado a la hora de elegir los muebles para nuestro salón, porque si nos equivocamos en la elección de una sola de las piezas, acabaremos con nuestro objetivo de tener en nuestra casa, un espacio al estilo vintage.
Siguiendo con el tema de los muebles, diremos que, algunos de éstos tienen un aspecto no sólo de ser viejos, sino también de no tener un alto nivel de conservación. Esta característica de muebles descuidados, es fundamental en el estilo vintage, al tiempo que también resaltan los realizados en madera, acompañados de cuadros con una enmarcación en apariencia descuidada.
La decoración de las paredes
No sólo los muebles que coloquemos en nuestro salón, servirán para recrear el estilo vintage que buscamos, sino que también tendremos que prestar atención a un elemento fundamental en este tipo de decoración. Hablamos del papel de las paredes, que puede transportarnos hasta las décadas de los cincuenta y sesenta de una manera sencilla, sin tener que hacer un gran desembolso económico.
Si pasamos a hablar del color, tenemos que decir que, toda nuestra decoración al estilo vintage, partirá del blanco, pero no del blanco puro sino de un blanco que tire un poco a gris. Este color blanco, nos servirá de base para añadir otros colores en tonos pastel, e incluso no descartaremos del todo los colores vivos.
No obstante, no debemos olvidar en ningún momento que el papel de las paredes, es fundamental en este estilo, por lo que intentaremos combinar partes de papel, en los colores citados con otras zonas, en las que optaremos por paredes con diseños, que podrían ser tanto geométricos como florales.
A todo esto añadiremos que, en estos momentos está muy de moda en el estilo vintage cubrir las paredes también con tela, por lo que tampoco descartaremos esta opción como alternativa.
Cuidar los detalles
Tendremos muy en cuenta hasta el más mínimo de los detalles, dado que son los detalles los que nos darán un toque de originalidad y nos servirán, para recrear de verdad las décadas tanto de los cincuenta como de los sesenta. Uno de los elementos que servirán para mimar estos detalles, pueden ser los libros, los teléfonos antiguos o las piezas metálicas, cada vez más de moda.
Una mesa realizada a base de caoba con un cuadro coronándola con un marco descuidado y, sobre ella unos juguetes antiguos y un tocadiscos, que puede que emita música o que, por el contrario, ya no lo haga, junto a un sillón retro a los pies de una lámpara de pie, puede llevarnos a viajar hasta la época de nuestros padres o de nuestros abuelos en un solo momento.