La seguridad del hogar es una inversión en cualquier casa, ya que incrementa el bienestar de las familias. Cada vez es más frecuente que en los hogares haya una mascota. ¿En ese caso, es posible instalar un servicio de alarma realmente eficaz frente a posibles peligros externos? Gracias al desarrollo de la tecnología, muchos sistemas de alarma detectan, incluso, la presencia de perros y gatos, que son las mascotas más frecuentes en los hogares por la compañía y el cariño que ofrecen.
Alarmas con la tecnología más avanzada
Es vital que, cuando un usuario decide realizar el proceso de contratación de un sistema de seguridad en su vivienda, informe previamente de la presencia de un animal en casa, ya que este requisito, es indispensable para que la compañía pueda ofrecer una solución a la medida de estas necesidades. De lo contrario, es muy probable que la alarma, salte de forma inesperada cuando está conectada y no por una urgencia real, sino por algún movimiento del animal que ha despertado los mecanismos del sistema.
Los sensores instalados en este sistema de seguridad, están tan desarrollados actualmente que permiten diferenciar entre los movimientos de una mascota o los de un posible extraño que está accediendo al interior de la casa.
Uno de los criterios que suele utilizarse para que la alarma no salte constantemente en los hogares en los que hay mascotas, es que el sensor identifique movimientos de algún ser vivo que no supere un peso determinado. Un peso aproximado de 14 kg. En la actualidad, es muy frecuente que las familias tengan una mascota en casa. Los gatos y perros son unos de los mejores amigos del hombre. Y, en la mayoría de los casos, estos animales no superan este peso. Sin embargo, el indicativo del peso en los sensores de seguridad de un sistema de alarma, puede precisarse de forma previa para ajustarlo a las condiciones de cada caso. Algo muy importante, puesto que existen distintas razas de perros y cada una tiene unas características determinadas.
El funcionamiento de una alarma en una vivienda con un gato, resulta más complejo. No tanto por el volumen de la mascota, pero sí por la intensa actividad de movimiento que tiene el felino en un solo día. Los gatos, son animales mucho más independientes que los perros y sus excesos de movimiento, pueden producir algún tipo de confusión en los sensores de un sistema de alarma. Sin embargo, es posible encontrar soluciones a la medida en todo tipo de situaciones.
También es posible, elegir fórmulas intermedias. Por ejemplo, acondicionar una estancia para la convivencia del animal. Una zona exclusiva en la que no opere el sistema de alarma. Integrar medidas concretas como, por ejemplo, que la mascota esté en un jardín, un sótano o una habitación, mientras la familia está fuera cumpliendo con sus compromisos de trabajo. En esos momentos, la alarma puede estar instalada mientras todo está perfectamente controlado. Es decir, en este tipo de metodología mecánica, contextualizando la localización de los sensores, es posible conciliar el óptimo funcionamiento de la alarma con la comodidad de la mascota, que puede disfrutar de un espacio propio.
Pero, por supuesto, también es fundamental invertir tiempo en la educación de la mascota para generar en el animal hábitos de convivencia en el hogar. Una alarma de seguridad puede llegar, incluso, a disuadir a una persona ante un potencial robo, gracias al mecanismo de respuesta de la vivienda, que envía una señal de emergencia automática cuando detecta que algo anormal está ocurriendo en las inmediaciones. Para garantizar la seguridad del hogar, es fundamental que la familia elija un sistema que se ajusta a las necesidades del cuidado del animal. Y, al elegir una alarma que funciona con todas las garantías de seguridad, cuando la mascota está jugando en el hogar, la familia disfruta de una mayor tranquilidad.
La elección de una alarma adecuada, es un beneficio en una doble dirección. Por una parte, ofrece protección para el hogar. Y, por otra, aporta libertad a la mascota, que puede disfrutar de sus movimientos habituales sin ningún tipo de riesgo de que salte el mecanismo.
Protección permanente frente a posibles robos
Es fundamental elegir una alarma con una desarrollada capacidad tecnológica para diferenciar señales. La seguridad en casa, no sólo se completa con una alarma, sino también con otras medidas. Por ejemplo, instalar puertas acorazadas.
Los sistemas de seguridad, son vitales en cualquier momento, pero todavía más cuando la familia sale de viaje para disfrutar de unos días de vacaciones. La alarma aporta una protección permanente a ese espacio de intimidad, que es un tesoro existencial para todas las personas que experimentan ese momento de felicidad al llegar a casa.
Point Fort Fichet es una empresa destacada en la elaboración de puertas acorazadas y cerraduras de máxima protección frente al robo.