La decoración rústica es una apuesta segura para cualquier casa de campo.
Se trata de un estilo sencillo, sin ostentaciones ni excesos, como el estilo de vida del lugar en donde se encuentran ubicadas este tipo de casas.
Lo más habitual en decoración, es la utilización de materiales nobles como la madera, el hierro forjado y en el que los muebles y utensilios tienen un aspecto claramente funcional.
Este estilo, resulta perfecto para casas de pueblo y alojamientos rurales, ya sean recuperadas o de nueva construcción.
La decoración de una casa, permite dar un aire personal y un toque de identidad único. Es importante contar con sistemas de seguridad que garanticen que toda la inversión que se realice en la misma quede protegida frente a intrusos.
Estilo y evolución
El estilo rústico ha evolucionado mucho en los últimos años. Su esencia permanece, ya que los materiales utilizados siguen siendo los mismos, pero se ha apostado en muchos casos por un estilo rustic chic, que ha permitido la entrada de colores y elementos hasta el momento impensables en este tipo de decoración.
También el estilo boho, ha llegado hasta la decoración en las casas de campo. Un movimiento que ha empezado, asociado a una forma de vestir de estilo bohemio y desenfadado, con estampados naturales y materiales como la seda, que se ha visto trasladado a la decoración de interiores.
Esa mezcla ecléctica entre el estilo rústico y el boho, queda perfecta en casas de campo con espíritu joven y rebelde.
El estilo rústico, se inspira en la naturaleza y utiliza materiales naturales en sus elementos decorativos: madera, mimbre, lino, algodón, barro, forja y todo tipo de elementos artesanos que le dan un valor añadido y un toque personal al hogar.
Antes de empezar a decorar
Apostar por descubrir las vigas de madera originales de la construcción y recuperar paredes de piedra o ladrillo, permitirá dar una visión inicial del espacio con el que se cuenta y, qué puntos son los que se deben resaltar en el hogar.
La decoración rústica no es una decoración ostentosa, se trata de una decoración funcional, en la que se pueden recuperar elementos antiguos de la casa o, en su caso, acudir a ferias o mercadillos para localizar aquellas piezas, que encajen a la perfección con el espacio.
Son bastantes las empresas de construcción que ofrecen materiales de derribo, procedentes de otros inmuebles y que se utilizan para recuperar suelos antiguos, puertas o incluso vigas, retiradas para la realización de reformas.
Elementos comunes en este tipo de decoración
Los motivos con flores o campestres, siempre son una opción acertada para los tejidos del hogar o para la loza. Los elementos de ganchillo, las mantas de lana, cobertores de patchwork, manteles de lino, el punto de cruz o todo tipo de tapices, quedarán perfectos en este tipo de decoración.
En cocinas y comedores, es habitual encontrar alacenas o muebles dedicados a guardar cuberterías y útiles de trabajo, para la realización de labores típicas de temporada, mesas tocineras y cocinas de leña. Contar con un espacio de almacenamiento extra, para guardar los útiles que permiten tener la mesa perfecta para recibir visitas o, gestionar comidas familiares es algo habitual en este tipo de decoración.
La mesa de comedor y la alacena, suelen ocupar un lugar importante en este tipo de casas. Utilizar maderas nobles, tratadas o sin tratar, mimbres o cualquier tipo de materiales naturales, le dará el toque de distinción necesario para, convertirla en un hogar de revista.
En las habitaciones, además de la madera y los armarios de carpintería, se utiliza mucho el hierro forjado. Este tipo de camas, son imperecederas y necesitan muy poco mantenimiento para conservarse en buen estado. Se trata de un tipo de material que le da un toque muy personal, ya que habitualmente, este tipo de muebles, no se realizan a gran escala y, por tanto, cuentan con elementos diferenciadores que le dan una identidad propia.
El salón suele ser un espacio destinado al esparcimiento, con sillones cómodos, sofás amplios y elementos como mecedoras. Contar con una chimenea o una estufa que se alimente de madera, convertirá el entorno en un lugar cálido durante el invierno. Nuevamente, en la tapicería, encajarán a la perfección los motivos florales y también los colores neutros.
Respecto a los colores de los muebles, realmente no hay nada escrito, aunque los tonos naturales de la madera y los blancos son los más habituales. Las últimas tendencias y la aparición de productos como la pintura a la tiza, ha hecho que mucha gente apostase por colores menos habituales, pero muy recomendables, ya que lo realmente importante al final, es la materia de que están hechos y la capacidad que cada uno tenga para combinar los colores que se utilizan.
Contar con una casa de estilo rústico es un privilegio para quien habita en ella, contar con elementos de seguridad del hogar es muy importante, por lo que en el presupuesto, debería destinarse una partida para evitar sustos de todo tipo.