Vivir tranquilos, sintiéndonos seguros de que hemos hecho todo lo posible para no facilitar que nadie entre en nuestro hogar, no tiene precio. Muchas veces, un acto tan sencillo como cambiar la cerradura, nos facilita tener la total seguridad de que, podemos cerrar la puerta de nuestra casa para irnos a dormir, pasar el día en casa o, simplemente, salir a trabajar o dar un paseo sin que puedan acceder a nuestro domicilio.
Se pueden dar muchos casos en los que pensemos, si deberíamos hacer un cambio de la cerradura. Si tenemos la más mínima duda de que alguien puede acceder a nuestra vivienda o cualquier otro lugar que queramos proteger, como nuestra oficina, lo mejor será que lo hagamos, no sin antes exponer nuestra situación a un cerrajero, que será quien mejor nos pueda aconsejar. No debemos olvidar que la seguridad del negocio, también tiene mucho peso en este sentido.
Han entrado a robar no hace mucho
Si hiciéramos una encuesta y preguntásemos cuál ha sido el motivo principal que nos ha llevado, alguna vez, a cambiar la cerradura para mayor seguridad del hogar, a buen seguro que muchos responderían: que hayan entrado a robar. El hecho de no saber quién ha podido ser la persona que nos ha querido robar, es una causa determinante.
En estas ocasiones, es altamente recomendable cambiar la cerradura en su totalidad y, si es posible, hacernos con una de mejores características que la que teníamos hasta entonces. En este aspecto, hemos de consultar con un experto cerrajero, que nos recomendará todas las posibilidades que existen, hoy por hoy, en el mercado y, por ejemplo, nos hablará del sistema antibumping, que funciona a la perfección, para dotar de un mayor nivel de protección a las cerraduras de las puertas que se encuentran blindadas o son acorazadas.
No sabemos qué hemos hecho con las llaves
No saber qué ha podido pasar con nuestras llaves, se ha convertido en la causa número 2 para cambiar una cerradura. Esta razón cobra fuerza si nos han robado y se han quedado también con algún documento en el que aparece el lugar en el que vivimos, ya que en ningún momento, estaremos tranquilos acerca de si quieren hacer uso de las llaves.
No obstante, hay algunos que, si pueden pedir las llaves a algún familiar o amigo que tenga una copia, optan por no hacer el cambio o dejarlo para más adelante, incluso, a sabiendas de que no están seguros del todo, ya que las llaves pueden caer en manos de cualquiera.
Hemos alquilado o comprado una nueva vivienda
En la escala de motivos para cambiar una cerradura, ocupa el número 3 haber alquilado un nuevo domicilio, un negocio o una oficina y, que no sepamos quién ha estado allí antes o si tiene copias de llaves el inquilino anterior o alguno de sus amigos o familiares, por ejemplo.
Esto mismo ocurre en el caso de que, nos hayamos decantado por efectuar la compra de una casa, ya sea habitada previamente o de nueva construcción. En relación con ésto último, hemos de tener muy presente, que las personas que han levantado nuestro nuevo hogar, suelen tener una llave maestra, que sirve para todos los pisos y cualquier otra zona, como garajes o trasteros. De esta forma, les resulta mucho más fácil, llevar a cabo su tarea de construcción y no tienen que ir de un lado a otro con un montón de llaves.
Hemos acabado con una relación
No debemos pecar de incautos, si hemos roto una relación, ya sea con nuestra pareja o cualquier familiar o amigo al que se le hayan facilitado las llaves de nuestra casa, de la oficina o del negocio. En estos casos, también hemos de sopesar cambiar la cerradura.
Potenciar todas las medidas de seguridad
La mejor manera de estar convencidos de que no pueden acceder a ningún sitio donde no queremos que lo hagan, es comprobar que todos los sistemas de seguridad posibles están controlados. Hablamos, por ejemplo, de un buen sistema de cierre en las ventanas o que la puerta de acceso al edificio en que vivimos permanezca cerrada (cuanto más tiempo, mejor), algo que también puede ocurrir con el acceso al garaje. Si, además, tenemos contratada una alarma con alguna empresa, hemos de asegurarnos de que, hemos activado los códigos de seguridad pertinentes.
En este sentido, tendremos en cuenta que, la cerradura es uno más de los eslabones de la cadena y todos los sistemas de seguridad deben encajar para que, se haga patente su función de hacernos sentir a salvo. Además, nada mejor que tomar todas las medidas necesarias (cuantas más, mejor), para que cualquiera que quiera entrar en nuestra casa, sienta que no lo tiene tan fácil. Hasta el punto de que llegue a desterrar la idea de hacerlo.